11/15/2009

Consumo de Medios y compromiso con lo público


Es posible que un libro tan académico y casi "forense", sin concesiones a la galería y con un claro deseo de asentar evidencias "científicas", no resulte ni agradable ni divertido. Ni siquiera que forme parte de esas interminables listas de novedades editoriales con las que apagamos nuestra hambre de conocimiento y certidumbre.

Pero este académico libro, basado en la experimentación de un panel de sujetos que correlacionan su consumo mediático con su grado de engagement con la cosa pública, parece lo suficiente interesante como reseñarlo.


Cuando vivimos en una grave crisis del modelo democrático y nos preocupa de qué modo podemos devolver el interés y la complicidad de los ciudadanos hacia la política, reflexionar y experimentar como el consumo y vivencia de los medios construya compromiso y vinculación con la vida pública es interesante.

Como interesante es saber y distinguir como distintos sujetos, con distintos niveles de relación con los medios mantienen y gestionan su consumo de información, estableciendo una correlación con su conexión con la vida publica

Lo más sugerente es romper el tópico acerca de la información como vehículo para construir implicación política.

Esta idea surge desde el siglo XVIII cuando la prensa se convierte en una informal escuela de ciudadanos.
Pero desde finales del XIX y sobre todo durante todo el XX, la prensa masiva y los medios de comunicación de masas, pasan de ser movilizadores de la población a prácticamente generadores de apatía, desconfianza y desapego hacia la política.
No son los medios solo lo que canalizan "Public connection" sino que también pueden ser generadores de distancia y desconexión hacia lo público. Por eso el mix de consumo de los ciudadanos que son hoy más activos y comprometidos refleja el modelo futuro de información como generadora de Public engagement.
Romper el status de los grandes medios tradicionales como generadores no tanto de opinión sino de participación activa y comprometida es un paso para que éstos se replanteen su modo de "estar en la sociedad".

Pero tras una lectura superficial lo que más me inspira este libro es volver a convencerme que muchos modelos de entender el efecto de la comunicación y la información están caducos.
Crear opinión, construir percepciones no siempre es un mecanismo para generar conductas.
Nuestro modo de contar y estructurar una visión puede producir interés, pero interés pasivo.
Realmente la información de la cosa pública y su consumo no son necesariamente criterios que determinen de forma directa la generación de conductas efectivas y ni siquiera un profundo y activo sentido de conexión.
Los medios generan no solo un modo de entender la realidad, sino un específico modo de relacionarme y participara de la realidad. Distinguir lo cognitivo de aquello mas motivacional y relacionado con los comportamientos me parece esencial. En ese distinguir entre el tipo de conexión con lo público un aspecto fundamental es asumir que las fuentes de información, pueden ser fuentes de des-movilización porque su modo de explicar y vertebrar la realidad no deja especio para que las personas encuentren modo de actuar y participar. Pero incluso puede darse el caso en que la propia y esencial idiosincrasia de un medio u otro haga de lo público algo que está en esferas que se alejan de mi realidad, como ocurre muchas veces con el debate político basados en partidos de cuadros y grandes figuras, que no encuentra reflejo en mi realidad más inmediata.



Media Consumption and Public Engagement: Beyond the Presumption of Attention (Consumption and Public Life) Nick Couldry, Sonia Livingstone, Tim Markham Palgrave Macmillan, May 2007 ISBN: 978-1-4039-8534-7, ISBN10: 1-4039-8534-0




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